Zhujiajiao (朱家角镇), "la Venecia" de Shanghái


¡Muy buenas a todos!

Hoy quiero hablaros un poco de los llamados "pueblos del agua" y "venecias" de China, y más en concreto de Zhujiajiao, pueblo aledaño a Shanghái que he tenido la oportunidad de visitar dos veces. Ya sabéis, como los petit suisse: a mí me daban dos.



Río Caogang (漕港河) en Zhujiajiao, justo en la convergencia de sus ramificaciones que forman un pequeño lago

Ya he mencionado alguna vez que en China a poco que tengas un río y le montes cuatro puentes los chinos lo llaman Venecia, y a volar. He tenido ocasión de visitar tres de estas venecias, que son Suzhou, Tongli y Zhujiajiao, todas muy cerca de Shanghái. Si venís a Shanghái y queréis encontrar alguna reminiscencia de la China más tradicional, os recomiendo que os distanciéis del centro urbano y que visitéis estos sitios.

Si queréis saber más sobre Suzhou y Tongli, visitad esta publicación del blog, la crónica de mi visita con Jorri Potter en 2012. La visita a Suzhou y Tongli merece mucho la pena, yo os recomiendo que vayáis y paséis un par de días allí porque Suzhou tiene mucho que ver.

Para descubrir Zhujiajiao, seguid leyendo.

Cómo llegar

Distancia: Zhujiajiao es una población de unos 70 mil habitantes situada a 60 km al oeste de Shanghái, y está muy bien comunicada con el centro.

Trayecto: Para llegar, basta con tomar la Línea 2 de metro (2号线) hasta la estación de ferrocarriles Hongqiao ( 虹桥火车站) que es la penúltima parada, pasado el aeropuerto del mismo nombre. Luego desde allí es un transbordo la mar de simple a la línea de metro 17 (17号线), es cuestión de bajarse del metro 2 y cruzar el andén corriendo porque está justo en frente y listo para llevaros a vuestro destino. Os tendréis que bajar en Zhujiajiao (朱家角), que es también la penúltima parada. Tenéis un mapa más abajo. 😉

Tiempo: Se tarda 1 hora 30 minutos desde la Plaza del Pueblo (人民广场), flecha naranja en el mapa, y hasta 2 horas si estáis un poco más lejos.


Lo de que haya una parada para ir a "oriental land" me fascina...

Qué ver

Bueno, de artículos sobre qué ver y qué no ver en Zhujiajiao está Internet lleno, así que me voy a limitar a haceros una introducción breve y a contaros directamente lo que hice yo, que para eso es mi blog. 😛

La zona antigua de canales de Zhujiajiao es muy bonita y digna de ver, sobre todo al atardecer cuando todos los farolillos rojos están iluminados. El casco antigüo tiene edificios que datan del año 1300, dinastía Ming para los amigos, y se han encontrado restos arqueológicos de hasta 5000 años de antigüedad (por ejemplo, caparazones de tortuga con caracteres grabados que servían como sistema de mensajería; como el Caralibro que usamos nosotros ahora, pero en versión china Tortugaespalda). Si os paráis a hacer las primeras fotos como yo, justo delante de los váteres públicos sin saberlo, entonces también pensaréis que el aroma data del año 1300. No seáis como yo, mirad a vuestro alrededor antes de echar las fotos.






Tickets: No necesitáis comprar ninguna entrada para pasear por el pueblo y disfrutar de sus artesanías. Si queréis visitar algunas de las exposiciones y edificios, entonces tenéis varias opciones, dependiendo del número de monumentos incluidos. Hay entrada de 30¥, 60¥ y 80¥, a mayor precio mayor número de atracciones incluidas. Aquí os dejo un enlace a la página oficial de turismo de Zhujiajiao, donde está el listado de cosas que se pueden visitar con cada entrada.

La primera vez que fui a Zhujiajiao en 2012 mi madre y yo nos limitamos a dar paseos por el pueblo y nos montamos en el barquito de Chanquete, que es de lo más destacable que se puede hacer por la zona a parte de gastar dinero en fruslerías y comer marranadas.




Esta segunda vez, hice una de mis clásicas jugadas y me fui para Zhujiajiao justo después de bajarme del avión, encadenando 11 horas de glorioso vuelo chino con 2 horas de metro para llegar hasta allí. Cuando llegué ya iba un poco perjudicada, así que compré la entrada de 30 yuanes para visitar un par de sitios nada más, lo cual me llevó 3 horas, por cierto. Así que si queréis visitarlo todo en condiciones y sacar el máximo partido de las otras dos entradas, os aconsejo que vayáis entre semana, temprano y sin prisas. La vuelta fueron otras 2 horas de metro... Y así, amigos, es como se evita el jet lag: dándole caña al cuerpo como si no hubiese un mañana. Por cierto, para volver podéis montaros en el autobús 1510 que sale del parking. Es una parada, vale 1 yuan y recorre los 2 km de distancia que hay entre la salida y el metro 17.

Tenía intención de visitar bastantes cosas, pero cuando estaba esperando para comprar la entrada la señora de los tíckets le estaba graznando a la que tenía delante que tal, tal y pascual no merecían la pena. Jur jur jur, gracias, señora. Así que desembolsé mis 30 yuanes y me puse como objetivo hacer fotos y visitar la Oficina de Correos de la dinastía Qing y el Jardín Kezhi, de modo que centré todos mis esfuerzos en recorrer los laberínticos canales ayudada por un mapa garabateado por la señora de los tíckets, perseguida por dos chinos grimosos que estaban fascinados por mi presencia y huyendo en general del dulce aroma del chou tofu 臭豆腐. En realidad el olor del chou tofu es igual que el de los váteres públicos, muy Channel n.º 1300 d.C., solo que el del chou tofu se extiende a kilómetros de distancia y el otro es como más intimista.

La señora, que habla solo chino y a la velocidad de la luz, os marca la ruta para que no os perdáis.

Oficina de Correos de la dinastía Qing 大清邮局

Esta oficina de correos se construyó a finales de la dinastía Qing, en 1903, y fue una de las más importantes de Shanghái durante su tiempo y la primera en abrir al Este de China. Ahora es un pequeño museo que alberga restos arqueológicos como caparazones de tortuga grabados con caracteres chinos y una colección de postales de principios del siglo XX. El edificio y las estructuras se han conservado intactos, a mí me pareció una visitilla interesante. En cuanto tenga oportunidad, subiré el vídeo al canal de YouTube de Laowai y lo añadiré a esta publicación.


Esta foto se la dedico a Pedro Ceinos, de quien tanto he apredido sobre el origen de los caracteres chinos gracias a sus libros

Jardín Kezhi

Este es un complejo residencial privado enoooorme, con 10,3 hectáreas de extensión y que comprende pabellones de estudio y zonas ajardinadas y de cultivo. Hay mezcla de estilos arquitectónicos típicos chinos y otros más occidentales. Y por supuesto, los típicos muros sinuosos ribeteados en su parte superior por un dragón, y puertecitas redondas.

Es un sitio muy agradable para pasar el final de la tarde descansando, apartados del mundanal ruido (y el apestoso tofu).






Y como ya os digo, patearme el pueblecito y ver solo esas dos cosas me llevó unas 3 horas. Como estaba destruída del viaje, decidí embarcarme en el viaje de regreso antes de que fuese demasiado tarde, y tomé las de Villadiego.

En Shanghái hay también otro barrio, Qibao (七宝) que podríamos decir que es una versión en miniatura de Zhujiajiao y al que también se puede llegar en metro. Pero Zhujiajiao merece mucho más la pena, así que si ya habéis visto todo lo que tiene Shanghái, no lo dudéis, id a verlo.

De Qibao os hablaré en otra publicación más adelante. Espero que os haya gustado esta entrada, ¡hasta pronto!


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