Siguiendo en la línea que hemos adoptado, esta semana voy a hablaros de la visita que Juanjo y yo realizamos a Suzhou 苏州, una población situada a 80 km de Shanghai que cuenta con unos 6 millones de habitantes y es conocida, junto con Hangzhou 杭州, como el paraíso en la Tierra debido a sus numerosos jardines.
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Es mono... ¿no? |
Desde Shanghai 上海, cargados con nuestras maletas y con una buena dosis de "churros" chinos youtiao 油条 (bastante parecidos a los españoles, por cierto) que encontramos en el KFC, fuimos hasta la Estación de Tren más cercana al distrito de Putong, que era donde nos alojábamos, y compramos nuestros pasajes para el famoso "tren bala" que nos llevaría a Suzhou en media hora. Billete en mano, 40 yuanes cada uno si mal no recuerdo, y tras una breve espera en una sala abarrotada de chinos, nos dieron paso a los andenes, donde buscamos nuestro vagón y nuestros respectivos asientos. Y 35 minutos después estábamos bajándonos en la estación de Suzhou. Este detalle es importante: el destino final del tren es Nanjing 南京, no Suzhou; Suzhou es la tercera parada, así que hay que estar pendiente.
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Sin gente en la sala de espera |
Como disponíamos de 3 días para hacer turismo por esta ciudad y, la verdad sea dicha, tampoco la ciudad tenía mucho que ver, habíamos decidido dedicar uno de esos días a hacer una visita a otra población de los alrededores, Tongli 同里, conocida como "la Venecia de China". OTRA de las Venecias de China, porque en China a poco que te pase un río por al lado, le montas cuatro puentes y te colocas la chapa de "Venecia" en la pechera. Pero bueno, en este caso el autobombo estaba sobradamente justificado.
Para ir a Tongli, que está solo a unos 20 km al sur de Suzhou, fuimos a la Estación de Autobuses de Suzhou, situada justo en frente de la Estación de Tren (ahí, como debe ser), guardamos nuestros equipajes en unas taquillas y nos montamos en el autobús correspondiente que, por el módico precio de 8 yuanes, nos dejó en Tongli 50 minutos después. Tongli es verdaderamente un pueblecito encantador, atravesado por múltiples canales de agua que son vadeados por un total de 52 puentes. He ahí por qué se lo llama "Venecia". Además de la atmósfera que allí se respira, que es su principal atractivo, también pueden visitarse varios edificios y museos que exhiben parte de la historia y tradiciones de esta localidad. Hay una entrada general para todos los puntos de interés turístico de Tongli que cuesta unos 80 yuanes y que, de hecho, puede adquirirse en la misma Estación de Autobuses de Suzhou, junto con el billete de autobús (de ida).
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Una de las casas del pueblo |
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Barquitas en Tongli |
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Canales de Tongli |
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Y café carete, que no falte |
Pasamos el día entero allí, y tan inmersos estábamos en la visita que apenas si nos alimentamos con un paquete de galletas caseras, típicas de la zona, que compramos en uno de los puestos, ya que queríamos aprovechar el tiempo al máximo sin tener que hacer ninguna parada innecesaria. Al final del día, regresamos a la Estación de Autobuses para coger el bus que nos llevaría de vuelta a Suzhou.
Cuando finalmente llegamos a nuestro hotel de Suzhou, nos quedamos muy gratamente sorprendidos. Lo habíamos visto en foto al hacer la reserva, y la zona pintaba muy bien, pero no teníamos ni idea de que iba a estar TAN bien. Nuestro hotel, el Royal Garden Inn, estaba situado dentro de Qilishantang 七里山塘, una zona de canales que constituye uno de los principales centros turísticos de Suzhou. Por las noches, los canales son iluminados con cientos de farolillos de colores, creando un ambiente mágico de una belleza incalculable. Y allí que estábamos nosotros, en todo el centro. Inmejorable.
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Esto fue lo que vimos al llegar. Impresionante... |
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MUY impresionante |
Durante los dos días que estuvimos en Suzhou, visitamos prácticamente todo lo que hay que visitar: El Jardín del Administrador Humilde, la Pagoda Beisi Tan y la Colina del Tigre, además de un Templo Taoísta, las Pagodas Gemelas Shuangtan y nos quemamos las plantas de los pies pateando la ciudad; incluso pasamos por la puerta del célebre Museo de la Seda de Suzhou, cuyo punto álgido consiste en la posibilidad de visitar una sala donde contienen gusanos de seda en plena acción y que, ante la perspectiva de tan sobrecogedora visión, fue magníficamente descrito e inmortalizado por nuestro poeta particular, Juanjo, como
"vorágine devoradora de hojas de morera y frenesí tejedor de capullos de seda". Nos bastó con imaginarnos que visitábamos la mencionada sala, y no entramos.
El
Jardín del Administrador Humilde 拙政园es el mayor de los jardines de Suzhou (unas 5 hectáreas) y un auténtico laberinto de puentes, pasajes, pabellones y salones. Es una buena visita, perfecta para pasar un día completo allí y, además, puede contar con otros añadidos de valor humorístico considerable, como la señora loca en pijama, o el chino cantarín; en un día normal, sin pedirle mucho a la providencia, dentro del Jardín también se puede visitar una exhibición bonsais, que bautizamos como "el jardín de las falacias", porque había bonsais como casas de altos. La entrada nos costó
70 yuanes.
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Jardín del Administrador Humilde. ¡Pero qué humilde! ¡Que alguien le de dinero, por favor! |
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Jardín de los bonsais. De estos está el bosque lleno... |
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Señora en puto pijama. Por supuesto. (Y chinorri haciéndome una foto a mí. Por supuesto) |
Otra de las visitas que merece la pena destacar fue la que realizamos al día siguiente a la
Colina del Tigre 虎丘. El enclave cuenta con edificios que datan de diversas épocas históricas, muchos de ellos remontándose a los inicios de la propia ciudad de Suzhou, hace unos 2500 años. Lo más destacado de este gran parque es la
Pagoda del Templo Yuyan, que ha llegado a convertirse en símbolo de Suzhou y es conocida como "la Torre Inclinada de China" (si no te digo yo que Italia la inventaron los chinos...). Está inclinada, y está hecha mierda, también. Fue construida a mediados del siglo X, tiene 48 metros de alto y no cuenta con escaleras internas para ascender a los pisos superiores (utilísimos los pisos, oigan). La entrada al complejo cuesta
60 yuanes, la mitad si presentas la credencial de estudiante.
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Colina del Tigre (la pagoda está inclinada unos 35º al Noroeste) |
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A la colina también se puede llegar en barca |
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Es una buena zona para descansar y pasar el día |
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Como era de esperar, en la Colina del Tigre hay instrucciones sobre cómo usar "el tigre" |
Por último, mencionar que también visitamos (y ascendimos) a la pagoda más alta de China al Sur del río Yangse,
Beisi Ta 北寺塔, la Pagoda del Templo Norte. En la actualidad solo conserva 9 de sus 11 pisos originales, con una altura de 76 metros. Culminamos la visita del templo con un breve y a la par deleznable tránsito por el váter más asqueroso de la historia de los váteres asquerosos. Es el tercer tipo de váter que he visto en China: la zanja. Como una acequia pero, lamentablemente, sin corriente de agua... Tengo una foto, que me reservo como bomba visual para cuando quiera acabar con la vida en el planeta Tierra. A eso sí que lo llamaba yo la colina "del tigre".
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Pagoda Beisi Tan |
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Buda (para escala), y también una estatua de un tío calvo... |
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Vistas desde arriba |
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Más vistas, no aptas para usuarios con vértigo |
En nuestra última noche en Suzhou, Juanjo y yo decidimos disfrutar al máximo de la zona del hotel, la conocida
Qilishantang 七里山塘. Para mí, esta zona de callejones, puentes y canales, iluminada con farolillos de colores, fue lo mejor de toda la visita al Sur de China. Hicimos las pertinentes compras de última hora y nos dimos un paseo en barco. Colosal el momento de subir al barco: nada más comprar el
ticket, solo por ser
laowais, nos pasaron delante de una cantidad nada desdeñable de turistas chinos que llevaban allí la intermerata haciendo cola. Con todo el morro.
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Entrada principal a la zona |
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Barcos que ofrecen paseos por los canales |
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Mimetizada con el ambiente |
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Tiendas abiertas hasta tarde. E iluminadas, por supuesto |
Bueno, y esta es la crónica de nuestro viaje por Suzhou. Regresamos el sábado 12 por la mañana a Shanghai en el tren bala, y de allí tomamos un vuelo hasta mi adorado Beijing 北京. La verdad, me gustó Suzhou infinitamente más que Shanghai, así que si venís a China y no disponéis de tiempo para ver ambas ciudades, mi recomendación es que paséis siete pueblos de Shanghai.
Pues nada, me voy, que tengo un examen. ¡Feliz Corpus y hasta la semana que viene!
Que viaje más bonito!! Deseando estoy de llevarte,... otra vez. xDDD
ResponderEliminarSuerte con tu examen!! <3
Pues sí! A Suzhou me hace ilusión volver, aunque sea por comprar un par de cosas que me dejé en el tintero... Y por verte la cara cuando entres al baño!!! Jajajaja! TE QUIEROOOOOOO <3
ResponderEliminarBuf, tremendo, esto mola mil!
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