Reflexiones: planes de futuro (你打算未来做什么？)

Beijing, 21 de julio de 2012.

Primer día de vacaciones.

Después de haber estado currando como una negra desde el 13 de septiembre, y tras haber superado el semestre académico más frustrante de los últimos tiempos, aquí me encuentro, sentada frente a mi ordenador, sin absolutamente nada que hacer (excepto sudar y pasar calor, que vaya temperaturas que tenemos...) y con absoluta libertad para emprender un nuevo rumbo en mi vida.

¿Ook?

A lo largo de estos meses, muchas veces he cambiado mis ideas acerca de mi futuro en China: estudiar un año más de chino en la universidad, intentar hacer un máster en China, trabajar... al principio, volver a casa también era una opción.... ¡Pero el caso es que me gusta estar aquí! Pero bueno, ya veremos en qué acaba la cosa...

Estos días estoy a la caza y captura de una ampliación de mi permiso de residencia. Por alguna extraña razón que no alcanzo a comprender aunque sí a adivinar (empieza por "I" y acaba por "NEPTITUD"), mi permiso caduca el 20 del mes que viene, mientras que el del resto de los estudiantes expira en agosto. Por otro lado, todavía estoy esperando los resultados de la famosa beca del gobierno chino para saber si me quedo en esta universidad, en otra de Beijing, en Beijing o si me quedo, simplemente. Resultados que, con total probabilidad, serán anunciados a mediados de julio. Traducción: demasiado tarde.

Gracias, Captain Obvious

El otro día fui a preguntar al famoso profesor Li acerca de este tema. El profesor Li es, al parecer, el que parte el bacalao en la Oficina de Relaciones Internacionales. Una de las cosas que he observado en mis múltiples interacciones con el personal de RI de las oficinas de varios países es que, para trabajar en en la ORI parece requisito indispensable contar con una considerable malafollá natural y, al mismo tiempo, un alto nivel de indiferencia (o "melasudismo") hacia las personas con las que tratas. Li, amigos, no es una excepción: cuando inquirí sobre el estado de mi beca, dejó sus papeles a un lado (a otro lado, quiero decir, porque los papeles siempre están acumulados sobre la mesa y el único cambio que parecen experimentar es debido a la densidad de polvo acumulada en su superficie) y, con la mayor desgana del mundo, inició un programita en el ordenador que le dio un listado con nombres, entre los cuales no estaba el mío. Yo había estado esperando hasta esa fecha para empezar con los trámites de mi visado porque él me lo había indicado así en una conversación anterior, de modo que en ese momento, visto el desenlace del tema "beca", esperaba contar con su colaboración para solucionar el asunto. Aparte de lanzarme la mirada más entrecerrada de la historia (y eso en un chino ya es decir mucho), no hizo mucho más. Me dijo que pagase dinero.

Rali, la mejor compañera de cuarto

Total. Mi compañera de cuarto, Ralitsa, es otra que ha recibido un revés totalmente inesperado. Es la mejor estudiante extranjera de la universidad, incluso ha recibido un premio por la mejor tesis de su promoción en el máster pero, por algún motivo que aun no está muy claro, su solicitud para cursar los estudios de doctorado en esta universidad nunca llegó a la oficina correspondiente... de modo que, teniendo todo perfectamente planeado, de repente se ha visto sin nada. ¡Con lo agustito que estábamos las dos en la planta 16! Íbamos a comprar un par de muebles, cambiar las cortinas (eso es un asunto personal mío), ¡incluso ya me había comprado una batidora y un peso de cocina! En fin...

Siempre da un poco de pena despedirse de los amigos. Ayer mismo, nada más terminar nuestro último examen, nuestro compañero de clase de Mongolia organizó un plan para ir a comer a un restaurante paquistaní en la zona de Sanlitun, y allá que nos plantamos. El ruso empezó a poner caras de asco cuando le hicimos partícipe del plan, a lo que muy finamente y sin darle mucha opción a réplica, le dije "pues si no te gusta Sanlitun, no vengas". Y no vino. Y hubo gran regocijo. Comimos de lujo, pasamos un día muy divertido haciendo fotos y jugando en las salas de máquinas y volvimos a casa reventados. Muchos volverán a casa en unas semanas, otros se quedan pero cambian de universidad, y algunos de nosotros no sabemos todavía que pasará con nuestras vidas... 

Aquí estamos: América, Corea, Japón, Canadá, España, Pakistán (y Mongolia tomando la foto)

Sanlitun

Los mismos tontos sobre el mismo puente

En la sala de recreativas. La gente se daba de tortas por jugar a un juego de peces... en una pecera... muy raro, vamos.

La conquista del oriente, por Joey

Y eso, que no sé qué va a pasar. Lo único que tengo claro es que voy a hacer todo cuanto esté en mi mano por quedarme en China trabajando o estudiando, porque ahora es el momento. Como diría Michael Jackson (o su publicista) "this is it". Y, aparte de eso, mi único plan para el futuro es salir por las mañanas a correr y hacer ejercicio, salir por las noches a montar mi nueva bicicleta (¡super rosa!) y disfrutar del tiempo que me queda en la residencia con mis amigos. Y después... bueno, la vida es una aventura, ¿no?

                                                         Caminante, son tus huellas
                                                            el camino y nada más;
                                                          Caminante, no hay camino,
                                                            se hace camino al andar.
                                                          Al andar se hace el camino,
                                                            y al volver la vista atrás
                                                           se ve la senda que nunca
                                                            se ha de volver a pisar.
                                                          Caminante no hay camino
                                                            sino estelas en la mar.

                                                                             (Antonio Machado, Proverbios y Cantares, XXIX)