Anécdotas: «¿Usas hilo dental?» (牙线)

Ayer fue un día un poco triste para mí, porque tuve que despedirme de una amiga: Liamar, la autora del blog Una colítica en Beijing. Se ha visto forzada a regresar a España de urgencia debido a su salud, y ya no sé cuándo podremos volver a vernos. Quién sabe.... Cualquiera que haya tratado con ella 5 minutos, sabrá que es una persona excepcional y comprenderá la gran pérdida que esto ha supuesto para sus conocidos. Algunas de sus amigas fuimos a su casa a despedirnos de ella. Nos marchamos pronto, pues se la veía cansada y no queríamos importunarla, pero no nos fuimos con las manos vacías: Liamar prefería darnos todo lo posible antes que regalárselo a su casera, de modo que empezó a distribuir todo aquello que había comprado pero no podía llevarse con ella, por motivos de espacio. Pensar en ello me pone aún más triste pero, de no ser por una de las cosas que me dio, no se habría producido la siguiente situación al llegar a mi casa y que es, a la sazón, la que inspira esta entrada de blog.

La historia del «hilo dental»
Unos 45 minutos después de abandonar su casa, llegué, exhausta, a mi residencia, cargaíta de juguetes, como en el villancico. Al poco llegó mi compañera y entablamos una animada conversación. La puse en antecedentes sobre mi amiga, le conté dónde había estado y le enseñé algunas cosas. Esto me condujo hacia una explicación sobre el uso de algunos de esos artículos (tampones y compresas) y llevé a cabo una demostración TEÓRICA del asunto. Y es que, cuando me pongo en plan didáctico, no escatimo en medios para hacerme entender.

Total, vista la complicidad y el buen rollito, mi compañera y yo seguimos hablando, y en un momento dado va y me pregunta: 

--¿Oye Lara, tú usas hilo dental

Temazo de conversación. Pero, qué narices, ni que yo fuese Séneca tampoco... 

--¿Hilo dental? Uy, sí. 

--Ah, pues yo no, no me gusta.

-- ¿No? Pues yo sí uso; además, estoy gratamente sorprendida porque el otro día descubrí que tenía uno que no había visto en mi bolsa de aseo, y corriendo le di uso --Ene me miró expectante, invitándome a continuar mi disertación--. La verdad, procuro usarlo siempre que puedo, aunque al principio me costó acostumbrarme. Pero una vez te has hecho el cuerpo, la verdad es que te falta algo si no lo usas después de cepillarte los dientes... No sé, yo me siento como mucho más limpia, es muy higiénico...
Cara de mi compañera tras escuchar mi apasionada defensa del uso del hilo dental

Seguí colocando o, más bien, esparciendo mis enseres por el cuarto, cuando de repente oí la tímida voz de mi compañera:

--Esto... creo que no hablamos de la misma cosa...

Ahí lo tenéis, el "hilo dental". Me encanta pasármelo por los dientes, uy sí...
Me di la vuelta y contemplé su cara de cachondeo mortal. Mi mirada era una absoluta invitación a que proporcionase una explicación, cosa que hizo seguidamente. Y básicamente, amigos, de lo que yo hablaba era del sempiterno hilo dental que todos conocemos; pero de lo que ella hablaba era de UN TANGA. Lo cual me hace pensar que, a lo mejor después del paseazo en bici que me había metido, mis prendas de vestir no estaban más en condiciones de desmentir que de afirmar algo sobre el tema. No se si me explico... ejem.

Os podréis imaginar la cara de gilipollas que se me quedó ante tamaña revelación, pero toda la situación suscitó unas buenas risas. Otra cosa que he aprendido de México.

Mi querida Liamar, espero que esta situación, que no habría tenido lugar de no ser por el tu paquete de productos femeninos, te arranque una sonrisa cuando la leas desde casa. Te voy a echar de menos, pero espero que volvamos a vernos, en Granada, Málaga, Beijing o donde sea. Gracias por ser un ejemplo de coraje, generosidad y buen humor para todas nosotras. ¡Un abrazo muy fuerte! Te deseo todo lo mejor :)

你注意把:北京欢迎你!

Comentarios

  1. Jo, he hecho clic en el enlace al blog de Liamar y llevaré unos cinco minutos leyendo, pero ya tengo en la cabeza ese pensamiento famoso de cuando te das cuenta de tooooooooooooooodo lo que llegas a quejarte cuando no tienes ningún motivo para ello y lo que es peor, gente que sí lo tiene le echa narices y p'alante que tira. Después vuelve una a su egoísmo, pero al menos por un rato no está mal que te recuerden que pataleas por vicio.

    En cuanto a ti...¿qué haremos contigo? xD?

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  2. Si es que... qué difícil es hablar el español xD
    http://www.youtube.com/watch?v=Xyp7xt-ygy0

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  3. ¿Qué es más difícil el español o el chino...? :P

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    Respuestas
    1. Bueno, creo que el colmo de la dificultad lo constituyen las traducciones del chino al español de Google Translator. de hecho, deberían hacer una Filología e implantar el Grado...

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  4. Ehm... no preguntes por qué, pero yo sí sabía que a los tangas (o al menos, a cierta clase de ellos) se les llamaba así xDDD

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  5. Cariño acabo de leer tu entrada. Me has sacado una sonrisa de oreja a oreja, no me lo esperaba! Por fin he salido del hospital, pero pronto volveré... Me tienen que operar al final :( A ver si hablamos pronto por Skype o por fb, que por fin tengo internet y estoy menos desorientada (entre las drogas que me meten y que aún no he asimilado que estoy en España, estoy "apañá" jeje). Me encantan tus historias jaja, no dejes nunca de escribir! que te pasa de todo! :) disfruta mucho por esa gran ciudad, espero que algún día pueda ir a hacerte una visita! un beso enorme, hablamos pronto guapa!

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