Anécdotas: una historia de mierd... sobre el W.C. (厕所故事……还是事故!)
Queridos amigos, compañeros de aventuras, aquí estoy un día más para compartir con vosotros mis experiencias por aquestas tierras lejanas. Hoy, la historia que traigo en mente no se parece mucho a las otras que he estado publicando, pero experiencia es, así que aquí os la dejo. Se enmarca en el área de lo que, en adelante, llamaremos "cuentos extraordinarios de la China medieval" (como el libro homónimo traducido al español por Gabriel García-Noblejas, pero muncho más "en-vivo-y-en-directo").
Bien, érase una vez, una alumna de chino de la USTB que, una mañana, decidió aprovechar su descanso de clase para acercarse al cuarto de baño y hacer lo propio, un comedido y recatado xiaobian 小便 ("el pequeño alivio", o sea, pipí), sin más historia. Antes de meterme en faena,me detuve un segundo para lavarme las manos en el lavabo, momento que, trágicamente, fue aprovechado por un bulto no identificado para deslizarse rápidamente dentro del cuarto de los inodoros y tomarme la delantera. Escasos segundos después, cuando enfilé la puerta del cuarto donde se alojan los váteres, me encontré de frente con mi bulto desconocido, al que finalmente pude identificar perfectamente; al bulto, y a las distintas partes del cuerpo que lo constituían, como los dos pisos de lorzas replegadas en la zona del abdomen, o las tostadas y desnudas piernas que en aquellos instantes los contenían... Allí estaba aquella señora, frente a mí, a calzón quitao, en cuclillas, sobre el hoyo, marcándose un dabian 大便 ("el gran alivio", o caca) a puerta abierta.
Así se escribe váter, jóvenes: cesuo |
La señora levantó la cabeza y me miró como si yo fuese una televisión, lo cual hizo que se me cayese la capa de estupefacción de los hombros (que es como la capa de invisibilidad de Harry Potter, solo que la gente puede ver la cara de gilipollas que llevas puesta) y corrí hacia el primer cubículo que encontré abierto para refugiarme en él. Bueno, más bien el segundo cubículo que encontré abierto. Una vez dentro, ya se me había olvidado hasta qué se suponía que quería hacer allí. Me dio por reír. Entonces, la señora empezó a emocionarse en el cumplimiento del deber y comenzó a emitir unos quedos sonidos de esfuerzo al principio que, poco a poco, se fueron tornando en alaridos incontenibles. Parecía que estuviera "pariendo un mulatito", como dicen los de Muchachada Nui. Y yo allí, en el cubículo contiguo, ACOJONÁ y muerta de risa al mismo tiempo.
En fin, mientras publico la siguiente entrada, os aconsejo que vayáis practicando la frase darao ni guanmen 打扰你关门, "¿te importaría cerrar la puerta?". Solo por si acaso.
¡Feliz semana de curro a todos!
Me parto con tus historias, Lara. Y la forma que tienes de contarlas (y de paso enseñarnos algo de chino). También está muy chulo el nuevo diseño del blog. ¡Sigue así! Un besoteeee.
ResponderEliminarGracias por el feedback, Ed! A ver si puedo terminar de retocarlo este fin de semana, después de los malditos exámenes...
ResponderEliminarY sí, mira a ver si me puede pasar algo más... Jajaja!
Dios esto se ha vuelto tan interactivo de sopetón mooola xDD, espero no tener una experienca tan de "cagarse" como esta en mi vida jajajaja, cuídate mucho ok? Y a ver cuando hacemos una videollamada por skype! Concretame algun dia por facebook y quedamos cielo :D MUACKS te quiero mucho mucho hermanita mía
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