El veto de Huawei: ¿qué consecuencias tiene para nosotros?


¡Hola de nuevo, compañeros de aventuras!

En los últimos días no se habla de otra cosa que no sea el veto que Trump y Google 谷歌 han impuesto sobre Huawei 华为, la multinacional china líder en telefonía móvil. 

Desde LaoWai, voy a comentar un poco los supuestos motivos por los que esto ha ocurrido y cómo nos afecta a nosotros, los laowais que nos compramos un teléfono marca Huawei y hemos quedado a merced del fuego cruzado de estas dos potencias tecnológicas. Tened presente que mis comentarios aquí son mi punto de vista sobre el asunto y que no soy ni periodista ni analista financiera. Vamos, que me podéis corregir si pensáis que me equivoco, el debate es más que bienvenido.


¿Por qué Google ha roto relaciones con Huawei?

Esta pregunta puede tener muchas respuestas, según quién analice la cuestión y desde qué perspectiva. La versión oficial del gobierno estadounidense es que los teléfonos Huawei espían las comunicaciones de los usuarios y roban información, lo cual además de espionaje es una grave infracción de la ley de protección de datos. Una de las afirmaciones más sonadas de la semana ha sido que «poner información en manos de Huawei equivale a ponerla en manos del Partido Comunista».

¿Es este el motivo real? Sin duda es uno de ellos, y sobre el papel queda noble, justo y loable. Ahora bien, eso de que los teléfonos nos espían no es nada nuevo. Todos sabemos que ocurre a diario, porque cuando yo en mi casa hablo sobre una estantería de Ikea o la nueva novela de Santiago Posteguillo, al día siguiente tengo anuncios de Ikea con muebles y de Amazon vendiéndome los higadillos del señor Posteguillo por todo Internet. Y yo no tengo un móvil Huawei, así que está claro que no es cosa de los chinos y que Google también nos espía. ¿Acaso eso no importa?

Al margen de que nuestros derechos se vean vulnerados por un gobierno u otro y de la importancia que esto revista, no podemos perder de vista que aquí de lo que se habla es de un negocio y del vil pecunio. A mi entender, esto es lo que tiene más peso en este momento: quién ostenta la supremacía del mercado de la telefonía móvil, con o sin espionaje de por medio.

Lo que es innegable es que Huawei se ha convertido en toda una potencia dentro del mercado de los smartphones, siendo en estos momentos el segundo fabricante con mayor comercialización mundial (19%, según datos de Counterpoint Research y Strategy Analytics, solo superado por Samsung) y es el líder absoluto en el mercado chino, como era de esperar. Además, Huawei ha entrado fuerte este año 2019 trayendo de la mano la tecnología 5G... Hablando en plata, Huawei es un competidor muy, muy serio para otras empresas, y puede que esto no guste en ciertas esferas con intereses divergentes.


Por otro lado, no solo hablamos de dinero, sino de política. De todos es sabido que Donald Trump es un experto en levantar muros. Ya tiene uno físico con los mexicanos, y también un grandioso bloqueo mental negando la existencia del cambio climático. Y desde el principio, ha estado levantando este muro comercial para aislar a los chinos. Sí, amigos: Trump es el puto Jon Snow. Desde un punto de vista estratégico, capar el mercado de Huawei en occidente en general y más concretamente en EE. UU. se convierte de forma automática en una baza magnífica para las negociaciones presentes y futuras entre el gobierno estadounidense y el gigante chino. Utilizar el levantamiento del veto como moneda de cambio para conseguir otros fines podría considerarse un movimiento bastante inteligente.

Eso sí, es posible que la maniobra no salga bien. En la actualidad, es cierto que Huawei opera con el sistema Android, pero la multinacional está desarrollando su propio sistema operativo y no tardará mucho en ser capaz de dar soporte a todos sus smartphones de manera independiente. Solo nos queda esperar y ver en qué queda la cosa.

¿Qué consecuencias tiene esta ruptura para los laowais con un teléfono Huawei?

¿Qué pasa si nos hemos comprado un Huawei y ahora nos vemos atrapados en el fuego cruzado? Bueno, pues esto tendrá cierto impacto dependiendo de vuestro país de residencia, pero la respuesta corta es que si ya teníais el smartphone antes de que se liase la marimorena, entonces no os veréis afectados. Esta «protección» también incluye los teléfonos que constan en el inventario como «actualmente en venta». Así nos lo confirma Huawei en un mensaje oficial para sus usuarios en España.




De todas formas, supongamos que os va el riesgo y que el veto, que ahora mismo es solo una posibilidad y todavía no es firme, entra en vigor. ¿Qué implicaciones tendría? Pues vamos a verlo:
  • Para empezar, el teléfono no dejaría de funcionar. Seguiría operando con la versión de Android que fuera, pero ya no podríais recibir más actualizaciones, parches ni correcciones.
  • No podríais usar nada que fuese de Google, como la Play Store. Para bajaros aplicaciones, tendríais que buscaros la vida y usar otro gestor de descargas.
  • Del mismo modo, no tendríais acceso a YouTube. A mí esto me duele de forma especial, pero no es el fin del mundo. Hay otras aplicaciones para ver vídeos, como Vimeo, y siempre os quedarían las chinadas, como Tudou 土豆 o Youku 优酷.
  • Nada de Google Maps. Solo por esta aplicación yo ya me replantearía la vida... Pero también hay alternativas, occidentales y orientales. Baidu Maps 百度地图 es una de ellas, pero hay que tener cierto nivel de chino para manejarse bien (y lo mismo puede decirse del buscador Baidu, que sería la alternativa a Google en general).
Pero como ya he dicho, el veto todavía no es firme y Estados Unidos se estará echando un pulso con China durante los próximos tres meses. De momento, todos podemos estar tranquilos.

Si algún lector tiene una opinión diferente o le gustaría compartir una perspectiva más estudiada, los comentarios son siempre bienvenidos. Yo prefiero centrarme más en viajes y anécdotas personales, pero debo confesar que la política internacional y las relaciones con China son siempre extremedamente interesantes.

¡Hasta la próxima!

Comentarios