Anécdotas: ¡a bailar en la fiesta de Navidad! (圣诞晚会)

¡FELIZ NAVIDAD!

圣诞节愉快!


La foto es de Granada, no de Beijing :)

Como ya os podréis imaginar, los chinos no tienen la costumbre de celebrar la Navidad. No obstante, en todos los supermercados pueden encontrarse adornos típicos navideños, felicitaciones y arbolitos artificiales, por si hay alguien que quiera reafirmarse en su occidentalidad y festejar el evento.
En la Universidad, los profesores decidieron organizar una fiesta de Navidad y Año Nuevo para que los estudiantes internacionales no nos sintiésemos nostálgicos, así que orquestaron una gran comilona con diversas actuaciones y espectáculos para el pasado viernes 23 de diciembre. Por supuesto, me cayó el marrón. No sé por qué, pero siempre me toca. Supongo que decirle a la profesora que, si me daba la letra, era capaz hasta de cantar el himno nacional, no me ayudó mucho a pasar desapercibida... Tengo que trabajar más en ello.

Foto del evento en ciernes

Total, una vez enmarronada, me tocó pasarme toda la semana cantando Auld Lang Syne con un grupo de gente que cada día cambiaba de número y de componentes... Prometedor. Por supuesto, no bastaba con que cantásemos la canción para la fiesta; también teníamos que bailar. El problema era que ninguna de las presentes éramos Madonna, precisamente, por lo que representar un baile alucinante y cantar al mismo tiempo quedaba absolutamente descartado. Así pues, 3 horas de lluvia de ideas, 15 repeticiones de la canción y varios vídeos de youtube después, terminamos adoptando la Macarena como nuestra coreografía base, movimientos sencillos que nos permitían seguir cantando sin echar el hígado por la boca. ¡Ja! ¡Qué se han creído los de Fama!

Y no había gente...

Una vez pasamos por el aro del baile, otras ideas comenzaron a fluir a través de las bocas de los profesores: todas vestidas igual; podríais poneros una falda; qué os parece el color blanco...
Al final, llegó el día D. La fiesta empezaba a las 17:30, así que nos citaron a las 15:00 para hacer un último ensayo y probarnos los vestidos. Los vestidos eran geniales. Básicamente, se los habían quitado a varios muñecos Nenuco para ponérnoslos a nosotras, de modo que a la mayoría de las chicas no les cerraban. Las chinas y yo no tuvimos problema (ya era hora de que no tener pecho sirviese para algo, ¡jolín!) pero hizo falta ir a buscar más ropa para vestir al resto de las integrantes. Mientras tanto, nos informaron de que necesitábamos llevar zapatos negros. Como el taller mágico de los elfos ya estaba cerrado, no podíamos fabricarnos los zapatos por arte de biribirloque, así que hicimos lo propio: nos pusimos histéricas y echamos a correr a la calle para comprar/robar/traer/pedir prestados unos zapatos negros. 

Modelazos que llevamos. Modelazos...

Cuando todas estuvimos de vuelta, nos informaron de que nos tocaba salir a ensayar en el escenario. Cuando nos disponíamos a salir, escuchamos una música bastante cañera procedente del escenario, donde descubrimos, para nuestro asombro y pavor, a tres chicas haciendo street dance. Una de ellas había estado estudiando baile durante 10 años, y había enseñado a las otras algunos movimientos para la coreografía. Comparadas con aquella chica, Beyoncé y Shakira eran dos tocones de árbol.


Entre la bailarina, la del dedo levantao y la del morro arrugao... estaba claro que no íbamos a destacar por nuestras dotes artísticas precisamente...


Hicimos lo propio: nos pusimos histéricas, con nuestra mierda de baile de la Macarena y el resto de movimientos absurdos que acompañaban. Nuestra única esperanza era que no nos tocase actuar después de ellas. Y, a todo esto, los cocineros del comedor mientras nos grababan con los móviles.
Al final, 15 minutos antes de que nos tocase salir, llegaron los vestidos de las demás. Reservaron nuestra actuación para el final, justo después de las bailarinas (¡ZAS! ¡EN TODA LA BOCA!) de modo que nos tocó esperar entre bastidores, únicamente sustentadas por una bolsa de chocolatinas con menta, mientras los asistentes y los actores que ya habían salido cenaban.

Ni Quijote sin molino, ni fiestecica china sin pompas, ¡oigan!

Todo acabó muy rápido. Salimos al escenario, hicimos el ganso durante 3 minutos y medio (por supuesto, en mitad de la actuación me enchufaron el pompero eléctrico en toda la jeta) y, antes de darnos cuenta, ya estábamos de nuevo en el cuarto trasero cambiándonos de ropa y riéndonos. La verdad, aún nos daba tiempo a cenar con los demás, pero la mayoría de nosotras optamos por marcharnos o ir a cenar fuera. Yo saludé a mis compañeros y amigos y me marché a mi habitación, ya que tenía un poco de fiebre y necesitaba reposar. Una hora más tarde recibí la visita de mi amigo Li Xiaochao, quien había asistido a la fiesta solo para hacerme fotos, y ahora me las traía en un USB.



Y nada, así es como nos las gastamos en China, amigos. Os deseo a todos una MUY FELIZ NAVIDAD.

Comentarios

  1. "Hicimos lo propio: nos pusimos histéricas", jajaja!!
    FELIZ NAVIDAD tb. para ti, Laris. Espero que te encuentres mejor.

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  2. Estabais muy graciosas en el vídeo, ahora también sabemos lo que se cocía entre bambalinas...Jajaja ¡Buenísima la anécdota!

    Siempre que leo tu blog, pienso que la última entrada es la mejor. Así que ya sabes lo que opino hasta que publiques la siguiente XDDD

    ¡¡Feliz Navidad China, cariño!! 圣诞快乐,我爱你

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  3. Jejeje si es que estás en todos los fregaos, eres la mejor. Yo me reafirmo, y siguiendo lo que dije en tu anterior artículo, los de Fama se pueden ir con los de la Lonely Planet a por croquetas, que no tienen nada que hacer ;)
    Un besazo y Feliz Navidad, ¡ho ho ho!

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  4. ¡FELIZ NAVIDAD, chicos! Muchas gracias por los comentarios. De verdad que, si no fuese por vosotros, no escribiría ni la lista de la compra, vamos :D

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  5. Oye, pues... ahora que lo dices, creo que esta tarde tengo que ir a comprar :P

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